A veces creemos que nuestras mascotas están bien porque comen, duermen y juegan…
pero su cuerpo puede estar enviando señales que no deberíamos ignorar.
Si notás alguno de estos síntomas, quizás sea hora de revisar lo que le estás dando de comer.
1. Picazón constante o alergias en la piel
¿Tu perro se rasca sin parar? ¿Tu gato se lame excesivamente hasta hacerse heridas?
Muchas veces se trata de una reacción a componentes del alimento balanceado, como maíz, harinas animales de baja calidad o colorantes artificiales.
2. Diarreas frecuentes o vómitos
No es normal que tu mascota vomite o tenga diarrea cada tanto.
Su sistema digestivo está diseñado para funcionar como un reloj.
Las alteraciones constantes indican que algo no le está cayendo bien.
3. Mal aliento o sarro excesivo
Más allá del cepillado, la alimentación influye directamente en la salud bucal.
El exceso de carbohidratos y químicos favorece la proliferación bacteriana.
Una dieta más natural suele reducir visiblemente el mal aliento y mejorar los dientes.
4. Caída excesiva del pelo o pelaje opaco
El pelo refleja salud interna.
Si está seco, quebradizo o cae en exceso, puede ser por deficiencia de ácidos grasos esenciales o proteínas de calidad.
5. Falta de energía o cambios en el ánimo
¿Tu mascota está más apática? ¿Duerme demasiado y ya no quiere jugar?
Una mala alimentación afecta el metabolismo, el ánimo y hasta la función cognitiva.
Muchos tutores notan un cambio positivo en pocos días luego de mejorar la dieta.
Alimentar bien no es un lujo, es un acto de amor
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